
Hace unas semanas me regaló mi cuñado unos pistachos estupendos; llevo varios días elaborando distintos bizcochos con ellos y por fin ha salido a la luz este que comparto hoy con todos.
No siempre es fácil encontrar pistachos naturales; sin tostar. En principio quería hacer una torta como las de almendras pero de pistachos. No sabía si las proporciones debían ser las mismas ni si daria resultado haciéndolo del mismo modo. Probé en una versión reducida de los ingredientes y salió algo parecido a una torta de santiago; no estaba mal del todo. Después en varias ocasiones lo hice con más proporción de harina y aquí tenemos el resultado.

Comencé por pelarlos y me di cuenta de que el grado de humedad de los pistachos era distinto al de las almendras por lo que decidí secarlos un poco en el horno. Tenía en mi mente ese color pistacho tan bonito que no veía por ninguna parte debido a una piel oscura como la que tienen los frutos secos que lo ocultaba. Por otro lado vi que eran demasiado frágiles y que debía tener cuidado con la temperatura del horno para no quemarlos. Por ello decidí secarlos a baja temperatura, con el modo aire, para eliminar la piel y que no sufrieran el menor daño..
Entonces descubrí ese famoso color que lleva su nombre y un sabor completamente distinto; aunque he de decir que en crudo tampoco me desagradan lo más mínimo. Sigue leyendo →
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