
El pasado fin de semana por fin pude conocer la cocina de Paco Morales. Tenía unas ganas terribles. Además de lo visto y leído tenía la opinión de mis padres, Srañora y Srguindilla, que ya lo habían visitado un par de veces. Tras un par de intentos fallidos por fin cuajo la cosa. Por mi parte no podía pedir más, familia al completo, muchas ganas y ese ritual que es salir una hora antes desde casa (San Juan) a uno de los templos que nos brinda la terreta, alejados de la capital (Alicante). Son muchos los aspectos que aprecio y valoro de todas las apuestas que, como esta, se alejan de los principales centros urbanos; su valentía y el ritual de ir a visitarlos entre otros.
El restaurante está ubicado en el Hotel Ferrero, en la localidad de Bocairent, a las afueras, retirado, en un agradable y tranquilo enclave que invita a una relajarse y abstraerse, a disfrutar de un modo diferente al de un entorno urbano.
Antes de sentarnos a la mesa, Paco salió (como hizo con el resto de mesas) a darnos la bienvenida y saludarnos. Muy agradable, cercano y simpático, nos invitó a conocer la cocina y a su equipo. Alrededor de 25 personas para unos 20 comensales. Transmite paz y tranquilidad. Pendiente durante toda la comida de que todo estuviera en su sitio, muy visible en la sala. Muchas ganas y entusiasmo. Pequeños grandes detalles.
La sala es muy luminosa (estuvimos almorzando), con dos paredes acristaladas con vistas a un sencillo jardín. Predominan los tonos blancos, buena separación; decoración sencilla, pequeñas escultura en las mesas. El personal impecable. Sigue leyendo →
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