¡Hemos inaugurado la temporada heladera 2012!
Con los primeros calores primaverales y los antojos de Almu hemos desempolvado la heladera que Pili y Nacho me regalaron en mi pasado cumpleaños. Ellos también son muy heladeros así que, ahora que estoy bien surtido de vainilla, no tengo excusa para buscar el helado perfecto e invitarlos a casa.
Es la segunda vez que lo hacemos, en realidad han sido seguidas y nos hemos terminado el anterior mientras preparábamos este. A los dos nos parece que está muy bueno y es muy sencillo de preparar. El sabor es muy natural; nada que ver con esos sabores a «fresa» de la mayoría de helados industriales. Nosotros hemos dejado las pepitas , queda un poco más rústico, pero si queréis un helado más fino podéis pasarlo para eliminarlas.
A esta sencilla versión le sucederán algunas pruebas que tenemos en mente con varios quesos y azúcar invertido.