Sigo haciendo pruebas con los pescados: la salmuera y la cocción al vacío más planchazo. Los resultados me están gustando bastante. El método es muy consistente y la jugosidad está garantizada.
El cabracho tiene una textura firme que me gusta especialmente y las partes cercanas a la cabeza son deliciosas. A decir verdad los compré porque mi señora le tiene un poco de manía y como sé que es infundada…
La idea del azafrán surgió de casualidad. La verdad es que me gusta usarlo en las sopas de pescado, pero no lo había pensado para la receta. Iba buscando unas algas cuando me tropecé con él y decidí cambiar a esto que no había hecho nunca. El azafrán es muy aromático y le fue a la perfección.