El cerdo ibérico es jugoso y tierno. Hasta hace bien poco no lo encontraba fácilmente en mi localidad pero desde que he descubierto el lugar adecuado para comprarlo, preparo arroces, guisos y otras recetas muy sabrosas de las que os iré comentando en otras entradas.
Esta receta de hoy es muy sencilla y si no nos pasamos con el tiempo queda muy jugosa.
Ingredientes para 2 o 3 personas
- una pieza de lomo de cerdo ibérico de 600 g
- 4 o 5 patatas medianas
- 1 cebolla grande
Para el adobo:
- 100 ml de vino blanco seco
- 1 c/s de miel
- 1 c/p de mostaza a la antigua
- 1 c/s de soja
- 2 c/s de aceite de oliva virgen
- sal y pimienta recién molida
- 1 puñado de piñones
- unos granos de pimienta negra
- 1 hoja de laurel troceada
- 8 o 10 orejones
- 2 dientes de ajo chafados con un golpe
- unas hojas de perejil y de tomillo
Proceso
A primera hora de la mañana ponemos todos los ingredientes del adobo en un bote y los agitamos, salpimentamos el lomo de cerdo y lo sumergimos en este caldo hasta el momento de preparar nuestra receta.
Pelar las patatas y la cebolla y con una mandolina cortar en rodajas finas.
En una fuente de horno poner una capa de patatas y salpimentar. A continuación ponemos otra de cebolla y repetimos la operación con otra de patatas.
En una sartén poner 2 c/s de aceite de oliva y cuando esté bien caliente marcamos la pieza de lomo por ambos lados para sellarla. La sacamos de la sartén y la colocamos encima de las patatas. En ese aceite que tenemos caliente echamos todo el adobo y le damos vueltas hasta que se evapora el alcohol, a continuación rociamos con el mismo la carne y las patatas que tenemos en la fuente.
Hornear a 220º C, calor arriba y abajo durante 40 o 45 minutos. Pasados unos 35 minutos si tenemos la carne dorada cubrimos con un papel de aluminio y bajamos la temperatura a 185º. Las temperaturas y tiempos siempre son orientativos pues dependerá de nuestro horno y del grosor de la carne.