La arandana, alargada, dorada y dulce es una de las ciruelas que mas me gustan; por ello todos los años cuando, termina el verano, que se encuentran en su mejor momento de maduración, suelo preparar mermelada con ellas. No obstante, este año he decidido cambiar y me he puesto manos a la obra para elaborar un pastel con estas ciruelas.
Como quería hacer algo distinto a los bizcochos que hago habitualmente, rebuscando por ahí, he encontrado esta receta del blog midolceparadiso.blogspot.com de donde he tomado esta receta con alguna idea particular.
Ingredientes
- 4 yemas
- 200 g de azúcar
- 250 g de mantequilla
- 300 g de harina para bizcochos
- 2 c/c de levadura química
- 8 ciruelas bien maduras
- 1 huevo
- 50 g de almendra molida (yo la he puesto con piel)
- 1 clara de huevo
- 1/2 c/c de canela molida
Proceso
Lo primero que vamos a hacer es preparar todos los ingredientes; sacar la mantequilla de la nevera para poder trabajar con ella, pesamos todo lo necesario, separamos claras de yemas, mezclamos la harina con la levadura y la aireamos, pelamos las ciruelas y les quitamos el hueso, etc. y una vez listo nos disponemos a elaborar nuestro pastel.
- Batir las yemas con el azúcar, añadimos la mantequilla batimos y añadimos la harina tamizada con la levadura. Tapamos con un film y metemos a la nevera durante 30 minutos.
- Encender el horno a 200º C y engrasar un molde de 25 cm de diámetro y enharinarlo para que no se pegue.
- Batir un huevo y añadir a este la almendra molida y la canela. Montar la clara a punto de nieve y añadirla a la preparación anterior con movimientos envolventes.
- Sacar la masa de la nevera y poner la mitad en el molde. Añadir por encima la masa de almendras. Repartir por encima de esta las ciruelas de forma ordenada y terminar con la otra mitad de masa de mantequilla que nos queda. Esta parte es un poco costosa, pues la masa de harina y mantequilla está un poco densa y cuesta repartirla uniformemente; pero luego al calentarse en el horno sale muy bien.
- Hornear unos 40 minutos o hasta que este hecha. Sabremos cuando esta si al meter la hoja de un cuchillo esta sale limpia.
- Sacar del horno y dejar enfriar en el molde.
Una vez fría podemos desmoldarla dándole la vuelta y espolvorear azúcar glas por encima o bien sacarla del molde con cuidado para que no se resquebraje y dejarla mas rústica, tal y como sale del horno.
La textura no es la habitual del bizcocho, es un poco mas seco pero esta muy buena. Ideal para el desayuno o el café de media tarde.
Este seria el aspecto de la tarta sin darle la vuelta y sin ponerle azúcar por encima. Si no queréis tomar tanta azúcar esta sería la mejor opción
Se ve muy tentador!
Lo tendré en cuenta en nuestra temporada de ciruelas.
Encantada de que te haya gustado.
Un saludo