Cuando era pequeña mi madre hacía unas migas para chuparse los dedos. Unas veces con uva, otras con melón… Pero las que nos encantaban a mis hermanos y a mí eran las de chocolate. Esa mezcla salada y dulce era muy agradable; todavía hoy recuerdo el sabor y ese calorcito que nos daban en los fríos días de invierno. Llevaba en mi cabeza estos recuerdos y hoy he decidido preparar unas migas con panceta, su chorizo y unos huevos fritos para acompañarlas.
No las había hecho nunca, vagamente recordaba a mi madre puesta a estos menesteres en la cocina. Al principio reconozco que me he desesperado un poco; no ha sido tan rápido como yo pensaba, pero poco a poco han ido tomando cuerpo y el pan ha evaporado su humedad para dar paso a esa miga pequeña, fina y crujiente; salida como por arte de magia de aquella masa informe y tosca.No puedo decir que sea rápido hacer unas migas, son sencillas si, pero llevan su tiempo.
Ingredientes para dos personas
- 1 pan de hogaza de 1/2 k
- 1 loncha de panceta fresca
- 6 rodajas de chorizo
- 4 dientes de ajo
- 3 o 4 c/s de aceite de oliva virgen
- sal
- 2 huevos
Proceso
Tenemos una hogaza de pan duro de unos tres días. Le quitamos parte de la corteza, lo cortamos por la mitad y lo hacemos rebanadas de 1 cm de grosor.
Ponemos en un bol las rebanadas de pan y las cubrimos con agua mineral. Cuando estén casi empapadas, escurrimos el agua envolviendo el pan en una servilleta blanca. Con este sistema habremos quitado el exceso de agua.
Quitamos la piel a la panceta y la cortamos en tiras finitas. Cortamos el chorizo en cuadraditos pequeños y reservamos.
Pelar y cortar los dientes de ajo en láminas finas.
Sacamos los huevos del frigorífico para que se atemperen y no chisporroteen en la sartén.
Poner el aceite en una sartén de hierro y cuando este caliente añadir los ajos. Cuando estén en su punto, dorados pero no quemados, retirar. Agregar la panceta y hacer lo mismo. A continuación igual con el chorizo. Reservar estos ingredientes.
En el aceite que tenemos en la sartén impregnado de éstos sabores echar el pan escurrido. Al principio como tendrá mucha humedad parecerá una masa pero debemos ir dándole vueltas y cortándolo con la rasera hasta que poco a poco vayan apareciendo las migas. Quedará crujiente y con un color dorado del chorizo.
Una vez que han salido las migas agregamos el resto de los ingredientes que teníamos reservados y le damos una vueltas para que se integren en el conjunto.
Hacemos los huevos fritos con mucho cuidado para que se nos queden blanditos y los servimos encima de la migas. Plato humilde pero lleno de sabores.
Mala hora he elegido para leer este post, sobre todo teniendo en cuenta que hoy me esperan unos tristes guisantes en casa. En casa de mi suegra las migas son el plato tradicional del día de año nuevo, en el que se reunen unas 25 personas a comer en casa. Este año asistí al proceso y doy fe del tiempo que conlleva… ¡y del músculo que se hace dando vueltas! Un beso 🙂
Gracias Mirian. Las tienes que probar.
Un saludo.
Nosotros en casa las tomamos con uvas, una cucharada de migas con un trozo de uva es un sabor increible. Mi madre y mi abuela, cuando estan casi terminadas les ponen un chorrito de anis, subes el fuego para evaporar rapido y a comer, les da un toque buenisimo.
Hola Cesar, no sabia lo de anís. Lo tendré en cuenta para la próxima.
Un saludo
¡Qué maravilla!, imposible resistirse.
Gracias por tu entrada. Un saludo
Que memorias!! Las mejores migas que comi nunca, quizás por los recuerdos han sido en Badajoz…que tiempos! Anotadas quedan las tuyas.
Besos.
Hola Mayte. En Badajoz hacen unas excelentes migas, yo también las he tomado allí no hace mucho y me parecieron fantásticas.
Saludos.