Una tostada con un poco de mermelada es un buen desayuno, pero si tenemos la oportunidad de elaborarla el placer será todavía mayor. Sabremos que además de algo muy sabroso estamos tomando algo sano y natural, lo que actualmente no es fácil. Hacer una mermelada es sencillo, a veces lo complicado es sacar el tiempo necesario para ello.
En ocasiones es una merienda ideal para nuestros pequeños. Una rebanada de pan untada con una buena mermelada, elaborada por nosotros resultará una merienda fácil y apetitos.
La ciruela es una fruta que está en el mercado desde comienzos de mayo a septiembre. Como sabemos hay distintas variedades y con distintos sabores, solo es necesario buscar ese punto de maduración óptimo y un aspecto exterior inmejorable. Me han comentado en la frutería que ese polvo que las envuelve es un síntoma de calidad, indica que esta fresca y poco manoseada.
Ingredientes
- 1k g de ciruelas bien maduras
- 3/4 k g de azúcar moreno
- 1 trozo de canela en rama
- 2 clavos
- 2 trozos de corteza de limón sin la parte blanca
- 1 pizca de nuez moscada
Preparación
Lavamos las ciruelas y les quitamos el hueso.
Los ponemos en un bol y añadimos el azúcar, removemos y dejamos macerar unas 24 horas en la nevera.
Pasado este tiempo lo echamos todo en una olla grande, añadimos el limón, la canela y el clavo.
Cocemos a fuego medio. En los primeros hervores le quitaremos la espuma que vaya generando para evitar que se agríe . Pasada media hora comprobamos el punto de cocción y cuando esté hecha retiramos del fuego y dejamos enfriar.
Después metemos en tarros de cristal que habremos esterilizado anteriormente. Los dejamos en la nevera cubiertos con un papel de horno impregnado en alcohol para que no proliferen gérmenes y pasadas unas horas los tapamos.