Ayer, al hacer la compra en el mercado vi una mata de cardos, blanca y hermosa, que no dude en traerme a casa para elaborar esta receta que os traigo hoy.
Hacía mucho tiempo que no los encontraba tan buenos y tal vez por esta razón no me había animado a preparar de nuevo esta receta. Aunque es una elaboración sencilla he releído la receta en ese compendio de cocina que tengo desde hace muchos años de Maria Mestayer de Echagüe, por si encontraba alguna novedad.
Esta receta es tan sencilla y respeta tanto el sabor natural del cardo que es una delicia poder saborearla; por ello os recomiendo que la elaboreis cuando tengáis ocasión.