Nos vamos haciendo un poco mayores y cada día queremos cuidarnos mas y mejor. De ahí que, habiendo oído hablar de las virtudes de la harina de garbanzos me haya decidido a elaborar este bizcocho.
Después de leer varias recetas en las redes y de hacer varias pruebas para sacar la mía propia, he decidido compartirla en el blog para los que queráis experimentar con nuevos sabores.
De entrada os diré que tiene bastante sabor a garbanzos y al estar hecho con azúcar moreno tiene un color oscuro, pero no me cabe duda de que si lo hacéis con azúcar blanca os saldrá de un bonito color dorado y un poco mas dulce.
Ingredientes
- 250 g de harina integral de garbanzos
- 4 huevos XL
- 150 g de azúcar moreno
- 15 g de levadura en polvo
- 80 g de aceite de oliva virgen extra variedad arbequina
- 150 g de leche entera
Proceso
En primer lugar preparar todos los ingredientes para ahorrar trabajo posterior:
- sacar los huevos del frigorífico con anterioridad y separar las claras de las yemas
- encender el horno calor arriba y abajo a 180º C
- mezclar la harina de garbanzos con la levadura y un poco de sal, tamizar con un colador grande y reservar
- medir la cantidad de leche, azúcar y aceite
- forrar un molde de 20 cm de diámetro con papel de horno
Una vez tengamos los ingredientes preparados seguiremos los siguientes pasos.
- Montar las yemas con el azúcar hasta triplicar su volumen. Para conseguirlo poner la batidora con una velocidad media-alta y estar unos 5 minutos aproximadamente. Es importante incorporarle mucho aire para que quede bastante esponjoso nuestro bizcocho.
- A continuación añadiremos el aceite, bajando la velocidad, y después la leche.
- Añadir poco a poco la harina que teníamos tamizada a la mezcla.
- Montar las claras a punto de nieve e incorporarlas, poco a poco a la masa anterior, con una lengua pastelera y movimientos envolventes. Este paso es importante hacerlo así para que el bizcocho salga esponjoso.
- Poner la mezcla en el molde y hornear a 180º C durante 50 minutos mas o menos, dependiendo de vuestro horno.
Yo también hice uno y nos gustó mucho! Es bueno experimentar con nuevos sabores y texturas.