Una ensalada de tomates diferente. Un aliño muy sabroso y un compañero poco habitual que, si bien no tiene mucho sabor, tiene una agradable textura.
A primera vista, recuerda mucho a una caprese, pero no vamos a encontrar ese sabor, ni nos vamos a trasladar a ningún paraje mediterráneo.
Un juego, una sorpresa que nos propone David Chang en su libro Momofuku. No deja indiferente cuando no encuentras en la boca lo que te están diciendo tus ojos.
Ingredientes
- Tomates cherry variados. Mejor de distintos colores, más aperados.
- Tofu blando
- Hojas de shiso (yo utilicé de apio gustándonos mucho el resultado)
- Sal en escamas, pimienta negra
- 60 ml vinagre de Jerez
- 15 ml salsa de soja
- 5 ml aceite de sésamo
- 125 ml aceite de oliva
Proceso
El 10% de los tomates los dejaremos sin pelar y cortaremos por la mitad. El resto los pelaremos. Realizar un corte en el culo de los tomates. Escaldarlos en agua hirviendo y refrescar en agua con hielo. Pelar.
Preparar la vinagreta, mezclando todos los ingredientes. Añadir los tomates y remover bien para que se impregnen de la misma.
Cortar el tofu con un molde redondo. Una vez tengamos un cilindro, cortar con un cuchillo en dos o tres para obtener cilindros de menor altura.
Disponer en un plato el tofu, salar y pimentar. Colocar los tomates alrededor y regar con la vinagreta (a excepción del tofu, para que mantenga el blanco). Rematar con el shiso (o apio) picado.