En verano, triturado y bien fresquito me parece muy apetecible para comenzar cualquier comida.
Esta mañana, cuando iba derecha al frigorífico a por los ingredientes para preparar un gazpacho me he dado cuenta de que no tenía pepino. Cuando había desistido de ponerle este ingrediente y hacerlo sin él, he tropezado con una manzana estupenda y he pensado que si me gusta en la ensalada también estaría estupenda con un licuado de tomates, y aquí estoy una vez mas compartiendo con todos este aperitivo de hoy.
Ingredientes
- 1 k de tomates
- 1 manzana Granny Smith
- 50 g de pimiento verde
- 50 g de apio; aproximadamente 1 hoja verde con sus hojas
- 150 g de cerezas sin hueso
- 20 g de miga pan del día anterior
- 150 ml de agua mineral
- 2 hojas de albahaca
- 2 o 3 c/s de vinagre de manzana
- 2 o 3 c/s de aceite de oliva virgen
- sal y pimienta recién molida
- unas gotas de tabasco (no es imprescindible)
- piñones tostados (opcional)
Proceso
Lavar los tomates y cortarlos en trozos grandes. Hacer lo mismo con la manzana quitándole el corazón y conservando la piel. Quitar el hueso a las cerezas. Lavar y cortar el resto de vegetales.
Meter todas las verduras y la miga de pan en la batidora y batir a velocidad 5 unos dos o tres minutos.
Sacar de la batidora y pasar por un tamiz para retirar todos los restos de pieles y semillas.
Enjuagar la batidora y poner el líquido filtrado que hemos obtenido. Añadir el vinagre, el aceite, unas gotas de tabasco y salpimentar. Batir de nuevo a velocidad suave para que se integre el aceite.
Servir bien frio y acompañar con unos piñones tostados o unos taquitos de jamón.
Este licuado al no llevar ajo ni pepino no se repite y es ideal para tomar a cualquier hora, incluso por la noche.