La semana pasada fui a mi pueblo para comprar carne de pollo y embutidos; no porque piense que mi pueblo es el mejor y no hay otro como él, sino porque sencillamente estas dos cosas no las encuentro mejores donde vivo, así de sencillo. La carne del pollo es roja, tersa y de un sabor impresionante, espectacular; ni el de Higinio con toda la fama que tiene entre los blogueros de Madrid le supera y lo digo con conocimiento de causa.
En la fotografía se aprecia la fibra de la carne que al contrario de lo que pueda parecer es tierna y jugosa.
Para darle un toque diferente a la salsa de almendras le he añadido unos arándanos rojos algo deshidratados que suelo tener en casa. No tenía ni idea de cual sería el resultado y os diré que me ha gustado mucho este toque entre dulce y ácido que le ha aportado.
Ingredientes para 2 personas
- 250 o 300 g de pollo por persona
- 2 cebollas medianas
- 2 c/s de tomate frito casero
- 2 rebanadas de pan del día anterior (tamaño de bocadillo)
- 12 almendras
- 2 o 3 dientes de ajo
- un puñado generoso de arándanos rojos deshidratados
- 1 copa de brandy
- 8 granos de pimienta
- 1 hoja de laurel
- sal
- 1 l de agua mineral
Proceso
Cortamos la cebolla en brunoise de 1 centímetro aproximadamente y reservamos.
Ponemos el aceite a calentar y cuando esté listo salpimentamos el pollo y lo marcamos bien por ambos lados; lo sacamos de la olla y reservamos.
En ese mismo aceite sofreímos las almendras, las rebanadas de pan y los ajos. Cuando esté listo sacamos todo a la picadora y reservamos. Echamos entonces la cebolla y la sofreímos sin quemarla, después incorporamos el tomate frito y le damos unas vueltas. Cuando esté bien pochada la verdura incorporamos el pollo, añadimos el brandy y damos unas vueltas hasta evaporar el alcohol.
Picar lo que teníamos en la picadora e incorporarlo al pollo; rectificar de sal, añadir la pimienta, el laurel, los arándanos y echar el agua mineral. Poner a cocer el tiempo que estimemos necesario para el tipo de pollo (este es mas duro de lo habitual) y según tengamos por costumbre.
Tanto para la cocción del pollo como para la cantidad de agua que echemos, debemos tener en cuenta que la salsa lleva pan y almendras que espesarán el caldo y podría pegarse al fondo. Es preferible pasarnos un poco de líquido y luego, una vez guisado, reducirlo a nuestro gusto.
Servir acompañado de unas patatas fritas
Bueniiissimo!! Les ha encantado a todos, con su salsita para mojar las patatas…..
Gracias Paloma. No te puedes imaginar cuanto me animan estos comentarios.
Un beso para toda la familia
Hoy lo he hecho y he triunfado en casa, Muchas gracias !!!
Gracias Marisol, seguro que eres una buena cocinera; espero seguir siendo una pequeña ayuda para ti.
Un saludo