El tiramisú es uno de mis postres favoritos. Clásico entre los clásicos, este postre es bien conocido por todos; sin embargo, se trata de un postre moderno, con poco más de 50 años de historia y creado en los prostíbulos de la zona de Treviso (ciudad de la región del Véneto, en el norte de Italia, cuya capital es Venecia).
Etimológicamente su nombre viene de «te tira su», en lengua veneta, que significaría «tentempié». Originariamente no llevaba mascarpone ni componente graso equivalente ya que prentendía ser un alimento reconstituyente, poco pesado y que espabilara.
En 1968 Alfredo Beltrame saca al tiramisú de los prostíbulos y lo incorpora a la oferta de la cadena de restaurantes Toulá. Los ingredientes: huevos y azúcar batidos, bizcochos Savoiardi, café expresso y cacao en polvo. ¿De dónde viene el mascarpone?… pues no lo sé, ¡pero me encanta!
Para mi las claves para un buen tiramisú son: minimizar el azúcar, que no quede dulce, un buen cafe bien fuerte, un golpe de licor y mascarpone de calidad.
En cuanto a la forma, se puede hacer como una gran tarta o individuales. Yo usé unos vasos tipo whiskey para una comida con amigos y así olvidarme de cortarlo en la mesa, etc, etc.
Ingredientes (para 8 personas)
- 4 huevos
- 75 gr de azúcar
- 500 gr de queso mascarpone
- 2 vasos de café fuerte (o 6 expressos)
- 24 bizcochos de soletilla
- Vino de Marsala, brandy, Grand Marnier,…
- Cacao en polvo.
Puntualizaciones sobre los ingredientes: para el café yo utilicé unos 6 Nespressos; al hacerlo en vasos utilicé medio bizcocho de soletilla por capa y algún recorte para rellenar (10 en total); utilicé Grand Marnier en lugar de Marsala que es lo que cualquier pureta que se precie utilizaría; en lugar de cacao en polvo usé chocolate puro rallado.
Proceso
Preparar el café y dejar templar. Añadir un chorretón de Marsala o el licor elegido.
Separar las claras de las yemas. Batir las claras a punto de nieve con un pellizco de sal y una varilla.
Batir enérgicamente con la barilla el azúcar y las yemas. Batir bien hasta que tomen un color blanquecino. Incorporar poco a poco el mascarpone. Incorporar las claras a punto de nieve con movimientos envolventes. Crema hecha.
Para montar el tiramisú ponemos una capa de bizcochos, los pinchamos con un palillo y los empapamos con la mezcla de café y licor. Empapar bien para que luego quede jugos. Por encima, verter una capa de crema de mascarpone. Colocar otra capa de bizcochos y volver a mojar con el café. Poner una última capa de crema, más gruesa que la anterior, sobre los bizcochos. Guardar en la nevera al menos un par de horas para que esté frío.
Espolvorear cacao en polvo antes de servir.
Muy fácil y rápido de hacer, postre exquisito ideal para cualquier celebración. ¡A ver si os animáis!
Adoro el tiramisù, sin duda es uno de mis postres favoritos, una auténtica delicia 🙂
Un beso!
Hola Yolanda, la verdad es que está muy rico y es muy sencillo y rápido de hacer.
Muchas gracias por pasarte y dejarnos tu comentario.
Un beso!
Pablo.
Me encanta!. Me parece una idea muy práctica montarlo en vasitos.
Un beso!
Muy buena pinta! A mi parienta le encanta!
Te has olvidado un pequeño consejo: Al arrimarse al postre ojo con esnifar el cacao que tiene por encima o te tiras toda la noche tosiendo!!
Me encantan las elaboraciones en vaso de postres tradicionales. Además el tiramisú es uno de los más agradecidos. Y en especial como postre para servir a invitados en comidas especiales.
Ahora, yo por ejemplo me ahorro el tema café y lo suelo sustituir por otros sabores xD (Si, lo mio no es un tiramisú de verdad…)