Panna cotta con crema de avellanas

Aquí estamos otra vez amigos, seguidores, visitantes extraviados, puretas y demás dispuestos a compartir una receta más. La verdad es que ahora mismo me encuentro haciendo pan, es lo que tiene la tv, escritos, columnas y diferidos en general… cuando llegan al consumidor hay cierta descontextualización e incluso, muy probablemente, se me haya terminado el pan. La verdad es que he pensado que entre amase y amase, fermentación y formado podía escribir algo, gintónic mediante. Llevo semana y media cuidando de un tarro con agua y harina como si se tratara de un tamagochi. He visto vídeos de Ibán Yarza; he leído sus posts sobre cómo hacer pan; el foro del pan… Ese pequeño obsesivo-compulsivo que llevo dentro ha salido a alimentarse de masa madre (me voy a amasar, ahora vuelvo). Pues eso, que después de intentos previos tengo grandes expectativas puestas en mi hogaza. Aconsejo probar a hacer la prueba: es entretenido y tiene su rollo, casi diría, de purista, incluso romántico. No vamos a entrar, al fin y al cabo estamos aquí por nuestra nata cocida, pero hay que ver qué pena de panes tenemos en nuestras panaderías.

Perdón, he vuelto a divagar.

La semana pasada os hablamos del libro La Cuchara de Plata que estrenamos con la Panna Cotta que ahora traemos con la salsa que el propio libro proponía. En principio, llevaba bastante tiempo con idea de preparar una, me hubiera inclinado por una salsa de frutos rojos o algo parecido, pero al ver lo de las avellanas en el libro me dije «qué original; será que en Italia la tomarán así… hay que ver, y nosotros aquí con los frutos rojos…». El caso es que un compañero de trabajo es de aquellas tierras y cuando le dije que la había preparado me dijo que a él le encantaba, ¡sobre todo con una buena salsa de frutos rojos! Manda huevos. Cuando le hable de lo de la salsa de avellana me miró con cara de haba seca y estoy seguro que pensó: ¡éste está loco!

Seguimos la receta tal cual venía en el libro, en las mismas proporciones. Así os la voy a pasar, pero resultaría mejor algo menos dulce y quizá con algo menos de gelatina, para que quedara menos sólida. En cuanto a la crema de avellanas, la encontré bastante rica, eso si, te tiene que gustar el fruto seco.

Ingredientes (para 6 personas)

  • 500 ml de nata de montar (35% materia grasa)
  • 100 ml de leche
  • 100 gr de azúcar
  • 1 vaina de vainilla
  • 10 gr de gelatina en láminas
Para la salsa de avellana
  • 2 yemas de huevo
  • 50 gr de azúcar
  • 10 gr de harina
  • 250 ml de leche
  • 1 cucharadita de ralladura de limón
  • 2 puñados de avellanas (unos 50 gr)
  • 2-3 cucharadas de brandy o Grand Marnir

Proceso

Poner la gelatina en remojo en agua fría.

En una cazo calentar la leche y antes de que rompa a hervir apartarla. Diluir la gelatina, bien escurrida, en la leche. Probablemente no hagan falta más de 7 gr de gelatina.

En otro cazo cocer, a fuego lento, la nata con el azúcar (calculo que 70 gramos serían suficientes) y la vainilla. Previamente habremos sacado la vainilla de la vaina. Cocer también la vaina. No dejar de remover hasta que hierva. Retirar del fuego cuando rompa a hervir y desechar la vaina de vainilla. Incorporar la leche removiendo bien.

Verte en un molder o varios individuales, a gusto del consumidor. Dejar enfriar y refrigerar unas 3-4 horas. Se puede desmoldar o tomar en vasitos en el caso de que hayamos optado por recipientes individuales.

Nota: si tenéis pensado desmoldar la Panna Cotta deberéis colarla; de otra manera todos los puntitos de la vainilla os quedarán en la superficie. Si la vais a poner en vasitos no es necesario ya que quedarán al fondo y no se verán.

Salsa de avellanas

Esta salsa es, en su base, una crema pastelera a la que se añaden las avellanas ligeramente tostadas y majadas junto con el brandy.

En un cazo batir las temas con el azúcar con energía hasta que tome un tono pálido y esté espumoso. Incorporar poco a poco la harina mezclándola bien con la ayuda de una varilla.

Calentar la leche en otro cazo. Al romper a hervir incorporar la ralladura de limón y retirar del fuego.

Incorporar la leche a la mezcla de huevo y azúcar sin dejar de remover con la varilla durante 3 ó 4 minutos. Dejar enfriar y ¡listo!

Tostar ligeramente las avellanas en el horno y repelarlas, en caliente, con la ayuda de un paño de cocina limpio (envolverlas y frotar suavemente). Majar en un mortero las avellanas hasta que queden hechas un polvo fino.

Incorporar las avellanas molidas y el brandy a la crema pastelera. Es importante que la salsa no nos quede muy espesa.

Nota: también  se puede acompañar con frutas de temporada como los melocotones que se ven en las fotos.

5 comentarios

Archivado bajo Postres, Recetas

5 Respuestas a “Panna cotta con crema de avellanas

  1. Isa

    ¡Un postre! no me lo puedo creer, he tenido incluso que pellizcarme. Tengo pendiente hacer una panacotta con arándanos y crumble (en fin, la típica clásica). No se me ocurriría hacerla con avellanas, aunque la verdad yo creo que la pana cotta pega con casi todo así que ¿por qué no?, es más, creo recordar que en una famosa pastelería de Vigo hacen algo similar con cacahuetes. ¿Os ha gustado?

    En cuanto al pan y la masa madre tamagochi te deseo la mejor suerte y espero fotos y recetas pronto. Yo soy un desastre amasando, pero sigo mi filosofía de que «quien la sigue la consigue» y no paro de intentar una y otra y otra vez hacer con éxito cualquier masa que se me pase por la cabeza. Mis padres, hartos de probar mis desastres un día aparecieron con una panificadora. No es lo mismo, a mi me gusta pringarme las manos.

    Por cierto, supongo que ya la conoces pero te dejo el link de la Accademia del Gusto en Madrid. Dan cursos de cocina italiana, tienen tienda italiana y un estupendo menú del día que puedes degustar mientras ves a la profesora cocinándolo y explicándote las recetas. Yo fui a comer y me encantó (hacía años que no tomaba Burrata y me volví loca). Tengo pendiente hacer uno de sus cursos.

    • Qué tal Isa? Sabía que apreciarías el postre!!! Sale bastante bien y la salsa es curioso a mi me gustó. Lo de la masa madre y el pan al final salió más o menos. Es fácil, el tema es que me fui a tomar algo y me fermentó demasiado; la próxima vez lo clavo, jejeje. Bueno nos vemos en unos días. Un beso.

  2. Pierre

    Pablo,
    ya había escuchado mucho de tu talento de cocinero… Pero la verdad es que todos los platos que veo en tu blog me abren el apetito solo al verlos !!!!
    A ver si me pongo un poco las manos a la obra y sigo unas de tus recetas !!!
    Un saludo

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