¡Hola, hola! Después del parón veraniego aquí estamos otra vez reparados y preparados para seguir dando la chapa gastronómica.
Espero que hayáis tenido buen verano, que hayáis podido disfrutar de algunos días de vacaciones y sobre todo que si os vais ahora no nos lo contéis.
La vuelta hay que tomársela con calma, piano piano.
Hoy comparto este helado de chocolate que me pasó una compañera de trabajo. No tengo apenas trato con ella, sólo muy de vez en cuando, ni siquiera estamos físicamente en la misma planta… Súper maja y con regalo incluído; una de esas sorpresas que te llevas muy de vez en cuando que te hacen volver a confiar en la raza humana. La receta está extraída del libro “Ices, the definitive guide”, de Caroline Lidell.
Es un helado de chocolate muy potente, con mucho sabor a cacao y literalmente muy excitante: de ahí lo de espídico. Ya nos avisaron de que no era para tomar por la noche, y es que se nota. Tampoco es recomendable para embarazadas: nuestra Lucía casi acaba con su madre a base de patadas. A pesar de ello, por sabor y textura, uno de los mejores helados de chocolate que he probado. Daos prisa y probadlo antes de que se pasé la calor.
Ingredientes
- 3 cucharadas (grandes) de cacao desgrasado puro en polvo
- 80 gr de azúcar en grano
- 375 ml de leche entera
- 250 ml de nata (mínimo 35% materia grasa)
- 100 gr de chocolate negro del 70%
- 3 yemas de huevo tamaño L
- Vainilla (opcional)
Proceso
Se pone en un bowl el cacao y se mezcla con la mitad del azúcar. Se añade un poco de leche y se mezcla para formar una pasta.
Calentamos en cazo el resto de la leche y, justo cuando llega a punto de ebullición, se retira del fuego. Se añade, despacio y sin parar de remover, sobre la mezcla de cacao y azúcar (en este momento se pueden añadir un par de gotas de aroma de vainilla de bourbon puro, para potenciar el sabor).
Devolvemos la mezcla en el cazo en el que se hirvió la leche y se lleva a ebullición sin parar de remover a fuego medio. Una vez que empieza a hervir, se mantiene durante 6 minutos en el fuego sin parar de remover. Hay que tener cuidado en este punto y no dejar de remover porque si se deja puede que el cacao se deposite en el fondo del cazo y se queme, sin llegar a ligar con la nata de la leche. Según el libro este es un punto muy importante ya que es donde consigues ligar el cacao con la leche para que después la textura del helado sea uniforme y no de la sensación de tener “arenilla”.
Una vez que esté cocido el cacao con la leche, se retira del fuego y se añade el chocolate troceado en onzas, removiendo sin parar, hasta que se consigue una textura parecida al chocolate caliente muy espeso, o al chocolate fundido.
Se mezclan en un bol resistente al calor las yemas y el resto del azúcar, y cuando están con una textura uniforme se añade la mezcla del chocolate con la leche. Se pone al baño maría y se cocina removiendo continuamente hasta que se llega a una temperatura de 85ºC. Se retira del fuego y se baña en agua fría para bajar la temperatura. Se tapa y se deja en la nevera durante toda la noche para asentar el sabor.
En el momento de hacer el helado, se mezcla la base de cacao son la nata removiendo cuidadosamente para que no queden grumos (la mezcla de cacao queda con la textura de las natillas, bastante sólida, y es difícil de mezclar). Una vez mezclada se pone en la heladera (en mi caso tarda unos 30 min en cuajar el helado).
A este helado podéis probar a ponerle unas gotas de aceite esencial de naranja o unas gotas de aroma natural de avellana en el momento de mezclar la base de chocolate con la nata, justo antes de poner en la heladera. También podéis probar a añadir en la heladera unos trocitos de chocolate a la naranja, unos trocitos de avellanas tostadas… para dar una nota final de sabor.
Lo que dudo es que tengáis es la suerte, que tuve yo, de recibir un pack de aceites y esencias naturales junto a la receta.
Gracias por todo Alicia.
A mi me apasiona el chocolate en todasss sus versiones, y nunca he notado un aumento de actividad…jajajaja debe ser que ya lo tengo muy asimilado 😉
Me fascina el helado …besos!
Hola Mayte! La verdad es que he de confesar, ahora que no nos oye nadie, que me pareció una chorrada como la copa de un pino que un helado de chocolate pudiera desvelarte o tener un efecto similar a un café… Te aseguro que tuve que tragarme mis palabras junto con el helado, que está mortal. También le doy al chocolate con asiduidad y es la primera vez que noto nada… Misterios…
Besos!
Haces unas fotos brutales, enhorabuena!
Gracias Andrés! No es mi fuerte porque para conseguirlas medio decentes tengo que trabajarmelo bastante y no siempre tengo tanto tiempo. No obstante tus comentarios me animan para poner mayor interés.
Muchas gracias. Saludos