Cake de chocolate con pasas y nueces

Los cakes, sobre todo de frutas, me encantan. No suelo hacer porque en casa no gustan mucho, pero aprovechando que vienen unas amigas a merendar he querido sorprenderlas con algo casero y hecho con cariño.

He elegido este, aunque no es mi favorito, porque el chocolate es el rey de golosos y golosas. A decir verdad el olor que salía del horno mientras cocía era extraordinario, invadía toda la cocina.

Una vez más la receta es de uno de los  libros que tengo de «Carme» pero personalizada, a mi manera. Me gusta dar un toque particular, y sobre todo en la cocina, a aquellas cosas que hago.

He añadido algunos ingredientes; unas pasa y un poquito de brandy pensaba que serían muy apropiados para esta ocasión.

Si pensáis hacerlo para niños  debemos olvidarnos del alcohol y  si  son de los que  no les gustan los tropezones, quitad  los frutos secos. Sin éstos también debe estar muy bueno.

Puede resultar una merienda estupenda pero por qué no, un tentempié para llevar de almuerzo en la cartera.

Ingredientes

• 4 huevos
• 175 g de azúcar
• 200 g de harina
• 1 bolsita de levadura Royal
• 100g de mantequilla
• 125 g de chocolate para postres
• 100 g de nueces peladas a trozos
• 5o g de pasas sin pepitas
• 15 ml de un buen brandy

Proceso

Preparamos un molde rectangular, lo  untamos de mantequilla y espolvoreamos con harina. Ponemos a hidratar las pasas con el brandy.  Reservarmos todo.

Deshacemos el chocolate a fuego lento con dos cucharadas de leche y cuando este un poco frío añadimos la mantequilla para que se funda con él. Reservamos.

Con una batidora eléctrica  de varillas montamos los huevos y el azúcar hasta tener una masa espumosa.

Después vamos añadiendo, poco a poco, la harina tamizada y la levadura

A continuación añadimos el chocolate y la mantequilla fundidos.

Cuando hemos incorporado todos los ingredientes y están bien integrados añadimos las nueces, las pasas y el brandy. Movemos para homogeneizar la mezcla y lo ponemos en el molde que teníamos preparado. Alisamos la superficie y metemos en el horno caliente a 160º C durante  1 hora.

Comprobamos la marcha de la cocción  pasados  45 minutos pinchando con un palillo la masa; cuando salga sin adherencias, significará que ya está cocida.

Cuando está hecho sacamos del horno y desmoldamos cuando esté tibio.